lunes, 20 de enero de 2020

Quiche de espinacas y ricotta sin nata

Esta quiche la he preparado un poco obligada, no porque no nos guste, que nos encanta, sino porque en la nevera se me había quedado una lámina de masa quebrada, tenía que cocinarla antes de que caducara y después de las fiestas navideñas no tenía muchas ganas de cocinar nada pesado ni complicado.

Normalmente las quiches o tartas saladas, llevan crema de leche (nata líquida) y otros ingredientes que en estos días ya "no proceden" para mi dieta post-navideña y he encontrado una manera muy buena de hacer una quiche más ligera y sana, con queso ricotta y espinacas. Os lo cuento enseguida.

Si queréis una quiche más tradicional podéis ver mi Quiche Lorraine según receta de Paul Bocuse que está deliciosa.




 Ingredientes
1 lámina de masa quebrada (230 gr.)
300 grs. de espinacas frescas (1 bolsa)
3 huevos (L ó XL)
200 gr. de Ricotta (requeson)
25 ml. de leche semidesnatada
25-50 grs. de queso recién rallado para gratinar (al gusto, yo puse Grana Padano)
Aceite de oliva para saltear las espinacas
3 ajos tiernos
1 cebolleta tierna pequeña
Un puñado de piñones
Sal

 

 Elaboración:

Precalentar el horno a 180º

Sin quitar el papel de horno que lleva la lámina de masa quebrada, colocarla sobre un molde redondo para tarta, de 20 cm. de diámetro, bien pegada a la base y a las paredes, presionando con los nudillos para no romperla. Pinchar la masa con un tenedor para que no suba al hornearla.

Recortar la masa que sobresalga de los bordes apoyando y haciendo rodar el rodillo sobre el canto del molde e introducirla en el horno durante unos 10 minutos o hasta que se vea un poco dorada. Cuando esté lista la sacamos del horno y reservamos.


Mientras se dora la masa salteamos las espinacas con los ajos tiernos y la cebolleta, poniendo un chorrito de aceite en una sartén bien caliente y añadiendo primero los ajos tiernos cortados a rodajitas y la cebolleta en daditos, junto a un pellizco de sal. Cuando se vea dorado agregamos los piñones, damos un par de vueltas y añadimos las espinacas crudas, iremos incorporándolas conforme las primeras vayan perdiendo volumen hasta completar la bolsa. Parece mucha cantidad pero merman mucho. Solo deben quedar blandas porque acabarán de cocinarse en el horno.

En un bol grande batimos los tres huevos, agregamos la ricotta, un chorrito de leche y la sal, al gusto. Mezclamos y cuando esté todo integrado incorporamos las espinacas salteadas. Removemos con cuidado.

Volcamos la mezcla dentro de la masa reservada, espolvoreamos con el queso y volvemos a colocar en el horno durante 25-35 minutos aproximadamente, vigilar y cuando suba y se dore estará lista.

A disfrutarla!





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