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Croquetas veganas de chocolate

 y avellanas con dos tipos de rebozado



La receta de hoy (publicada también en El Granero Integral) es de esas que sorprenden si tenemos invitados porque casi nadie se imagina al ver unas croquetas que sean dulces y además de chocolate. Están realmente buenas,  son como unos bombones para comer templados y muy fáciles de hacer.
En este caso además puse avellanas porque me encanta lo bien que combina su sabor con el chocolate, pero podéis hacerlas sin ningún fruto seco, o cambiándolas por otros. a vuestro gusto.



Elegí la harina de fonio porque, como ya os comenté en otras ocasiones, es una harina suave sin gluten que me encanta para hacer bechamel. Y, aunque en este caso no es tampoco una bechamel al uso, la textura final es la misma, la de una crema jugosa que podemos empanar perfectamente y freír después.

Y el rebozado lo hice de dos formas: con pan rallado normal y con avena en copos triturada. Muy recomendable esta última por el sabor tostado que coge similar a las palomitas de maíz.

Aquí se ve el interior


Ingredientes: (una docena)

- 1 vaso de leche vegetal, de arroz en mi caso.
- 20 avellanas, crudas o tostadas, como prefiráis.
- 1 cucharada de leche de coco cremosa (2 si no vais a añadir frutos secos)
- 2 cucharadas generosas de harina de fonio de El Granero Integral (u otra harina suave como maíz)
- 2 cucharadas de azúcar de caña integral de El Granero Integral
- 1 cucharada de cacao en polvo puro de El Granero Integra

Para rebozar y freír:
- Avena picada o pan rallado o sémola de arroz si queréis evitar el gluten.
- Aceite de girasol


Preparación:

· Trituramos las avellanas con el azúcar en la picadora hasta que nos quede un grano lo más pequeño posible.

· Mezclamos con el resto de ingredientes, utilizando la batidora si es necesario, hasta conseguir una crema homogénea sin grumos.

· Lo echamos en una cazuela y calentamos a fuego medio, removiendo desde el principio porque es fácil que se pegue al fondo.
Si se os pega un poco y los grumos no se deshacen, podéis pasar la batidora en caliente, no pasa nada.

· Seguimos removiendo ya a fuego bajo hasta que la crema espese y quede con esta textura:

Masa de croquetas lista para enfriar

· Dejamos que se enfríe, a ser posible en la nevera un mínimo de 6 horas. Tiene que quedar en el momento de modelar una masa bastante firme que podamos coger con las manos sin apenas mancharnos.

· Cogemos cucharaditas de masa y las pasamos por pan rallado o avena picada.

· Las empanamos bien por toda la superficie dando forma redondita, alargada o como más os guste.

· Calentamos aceite abundante para freír y las vamos echando una a una con cuidado de no quemarnos.
Podéis utilizar el truco del tenedor que os explicaba al final de esta entrada.

· Les damos la vuelta enseguida, que el calor les vaya dando por toda la superficie por igual.

Os cuento un truco que percibí con ellas: algunas se me rompieron, justo las que dejé más tiempo sin mover ni girar porque estaba haciendo otras cosas. Supongo que el calor hace que se generen burbujas de vapor internas que empujan el relleno hacia fuera. Si las giramos continuamente, también lo hacemos con ese vapor, entonces se reparte y no rompen.

· Cuando estén doradas las sacamos a un plato con papel absorbente para quitar el exceso de aceite.

¡Y listas para disfrutar a tope!

También podéis hacerlas con forma redonda, que parecen trufas:



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