Google+
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Cebollas rellenas veganas







Hoy os traigo un plato típico asturiano que no es tan conocido fuera de aquí, ni siquiera en toda Asturias porque más bien se hace en las cuencas, al menos mi familia, que son de Langreo, sí tenía el hábito de hacerlas.
Ya lo conté en las redes sociales y lo vuelvo a contar aquí porque me hace ilusión. Hace muchos años mi tía solía hacerlas los domingos, no todos, ojalá, pero siempre nos dejaba al menos un par para nosotras y a mí me hacía completamente feliz verla aparecer en la puerta con su tupper de cebollines rellenes, mmmmmm, ¡qué recuerdos!
Nunca intenté hacerlas porque me parecían muy complicadas, mucho tiempo y mucha historia. Aunque con el tiempo aprendí a simplificar pasos en la cocina y la verdad es que no sé lo que tardé, pero nada de echar toda la mañana ni de manchar 500 cacharros, de hecho lo veo fácil y rápido ahora mismo, como cualquier  guiso de más de 2 ingredientes.



Total, -que ya empiezo a enrollarme- que se pueden hacer de muchas maneras según la receta que veáis, fritas, cocidas, en olla exprés... El caso es que últimamente confito muchas verduras, sobre todo pimientos y cebollas. Y me gusta tanto su sabor así que elegí este método. La pega es que vamos a utilizar mucho aceite, pero no tengáis miedo por la operación bikini porque luego no es un plato grasiento para nada, se escurre muy bien el exceso de grasa y ese aceite lleno de sabor lo podemos guardar para cocinar cualquier otra cosa.

Un apunte o detalle que sí veo importante comentar es que las verduras confitadas quedan algo dulces. A la vez tienen también su acidez propia y a mí ese contraste me encanta, pero aviso por si acaso luego os sorprende el resultado.

Otro es que podéis cambiar el seitán por soja texturizada o por tofu firme, ahumado mejor, si queréis hacerlas sin gluten.

Había pensado en un tercero pero ahora mismo se me ha olvidado. Cuando me venga edito y os cuento, perdón...

Y nada más, cualquier duda ya sabéis, por aquí, correo o redes sociales ("Mostaza y media" tanto en Facebook como en Instagram) os contesto sin problema.


Ingredientes:
-250 grs de seitán.
-8 cebollas más bien pequeñas.
-Medio pimiento morrón.
-5 dientes de ajo.
-150 ml de salsa de tomate (una media taza).
-Salsa de soja.
-Sidra o vino blanco.
-Aceite de oliva.
-Pimienta.
-Sal.

Preparación:
Pelamos las cebollas y cortamos un poquito los culos, lo justo para que se puedan apoyar en la base de la cazuela o del plato más tarde, y que por el otro lado podamos sacar el interior luego para meter el relleno.
Pelamos también los ajos y despepitamos el medio pimiento.

Colocamos todo en una cazuela amplia, donde quepan sin estar unos encima de otros, y echamos aceite de oliva hasta que cubra por la mitad más o menos.

Ponemos a calentar a fuego bajo prácticamente tapada la cazuela, echamos sal, y dejamos que se confiten, esto es, cocer en aceite o freír a fuego muy lento.
Tardarán una media hora más o menos, hasta que veamos que las cebollas están transparentes y blanditas. Habremos dado al menos una vuelta a todo para que se haga bien por todas las partes.
Que podríamos cubrirlo todo de aceite, pero es un gasto del mismo innecesario, aunque como os dije al principio se aprovecha muy bien luego para cocinar otras cosas porque no está quemado y porque tiene un saborazo increíble.

Mientras esto lo tenemos al fuego, vamos a saltear el seitán.
Sólo hay que picarlo con la picadora y darle unas vueltas en una sartén a fuego fuerte con una cucharada de aceite,  otra de sidra o vino, 2 de salsa de soja y sal si veis que le hiciera falta. Unos 5 minutos como mucho, depende de lo húmedo que sea el seitán. Espolvoreamos un poco de pimienta negra molida y reservamos en esa misma sartén.

Cuando las verduras estén listas las sacamos escurriendo bien el exceso de aceite.
Veréis que a las cebollas se les sale un poco del interior, como si lo de dentro por el calor no aguantase la presión y se va expulsando a sí misma. Pues aprovechamos y tiramos de ello con los dedos o como mejor os apañéis , hasta que queden unas 3 o 4 capas de cebolla, más o menos.

En un bol, entonces, echamos ese interior de las cebollas, los dientes de ajo y el pimiento, mejor si le quitamos la piel, que prácticamente sale sola, ya veréis.

Aplastamos con un tenedor todo, que nos quede un puré pero con trocitos a la vista, no una salsa fina.
Mezclamos con la salsa de tomate (vale de brick, aunque yo recomiendo tener siempre hecho tomate frito casero porque nos soluciona cualquier prisa o imprevisto para muchas comidas, como ya sabéis).
La mitad de esa mezcla la vertemos sobre la "carne" picada de seitán que teníamos reservada. Mezclamos y con una cucharilla vamos rellenando las cebollas, que ya se habrán medio enfriado.
Las llenamos bien, que se vean gorditas y prietas, aunque tampoco nos pasemos forzando no sea que las vayamos a romper.

Y, para manchar menos, en la misma sartén donde habíamos cocinado el seitán picado, echamos la otra mitad de salsa con un poco de agua para que no sea tan espesa, poca, que tampoco queremos un caldichi.
Ponemos las cebollas bien colocaditas y le damos calor, fuego bajo porque ya está todo cocinado, sólo hay que hacer un mini chupchup para que se integren los sabores. Si tenemos tapa grande mejor, tapamos y así hace mini horno para que se caliente bien el interior sin quemarse por abajo ni resecarse la salsa.

Y ya está, creo que no me olvido de nada. Un poco de pimienta por encima y ¡a meter el tenedor!


1 comentario:

Contenido protegido con: