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jueves, 22 de octubre de 2020

Croquetas de Gambas Tradicional

 

Unas croquetas un tanto originales, un toque diferente a las 

tradicionales, pero igualmente riquísimas.

Un plato bastante laborioso, pero con un resultado exquisito.  Solo 

es una copia de las recetas de croquetas de toda la vida. La única 

diferencia es que vamos a sustituir la carne de la pringa por 

gambas. Tiernas y jugosas.

Una variedad de croquetas muy útil si queremos quedar de lujo en 

cualquier comida o celebración.

Podemos servirlas como aperitivo, para cenar con una ensalada 

ligera o en el almuerzo como primer plato o como segundo.

Si queréis unas croquetas de gambas con un sabor más intenso, 

podéis preparar un caldo con las peladuras de las gambas y 

añadirlo cuando estéis haciendo la masa.

O apretar las cabezas de las gambas sobre la bechamel para que 

suelten todo su jugo.

El sabor a marisco será muy, muy intenso.

Yo no lo he hecho en mi receta. Prefiero un sabor más suave, pero 

os dejo la opción.

Ingredientes:



-1 cebolla.

- Pimienta molida.

-  200 gr. de gambas peladas (o 15/16 gambas frescas).

- 400 gr. de harina.

- Pan rallado.

- 5 vasos de leche grandes.

- Sal.

- Aceite de oliva.

- Huevos para el rebozado.

Preparación de la receta (con estos ingredientes yo he conseguido 

44 croquetas):

Picamos la cebolla pequeñita y la freímos en bastante aceite.



A medio freír la cebolla añadimos  la sal, la pimienta y un poco de 

leche (si vais a usar caldo de la cocción de las gambas, este es el 

momento de ponerlo en lugar de la leche).

Esperamos hasta que la cebolla se ponga tierna.

Si las gambas son ya peladas, las troceamos pequeñitas y 

añadimos en este momento (si son frescas las ponemos a cocer en

 agua unos minutos).

Dejamos hacer un rato.

Añadimos más leche y mezclamos todo.



Cuando esta mezcla empieza a hervir vamos añadiendo poco a poco

 la harina y más leche.

Seguimos removiendo mucho rato para que la masa se haga. Si se

 pega debemos usar nuestro criterio e ir echando más harina o 

leche para que no se pegue al perol.

Tenemos que conseguir que la masa quede suelta, es decir no se 

pegue a las paredes del perol, y también doradita sin que se 

reseque, para que después las croquetas resulten jugosas.

Tapar con papel transparente y cuando se enfríe meter en el frio y 

dejar reposar veinticuatro horas.


Al día siguiente podemos hacer las croquetas:

Para ello preparamos un plato con huevo batido y otro con pan 

rallado.

En el del huevo ponemos un chorreón de leche para que las 

croquetas resulten más tiernas.

Con una cuchara vamos cortando trocitos de masa. Lo metemos en 

el huevo y luego en el pan rallado. Con la mano le damos una 

forma bonita y las vamos poniendo en una bandeja sin que se 

peguen ni se rompan.

Si hacemos mucha cantidad, podemos congelarlas y tenerlas 

siempre dispuestas.

En ese caso es conveniente que cuando  vayamos haciéndolas, las 

coloquemos ya definitivamente en el recipiente que vaya a ir al 

congelador, para no tener que moverlas y evitar que se estropeen.

El resultado un entrante delicioso. Pueden comerlas tanto adultos 

como niños ya que sus ingredientes son de lo más sano.

Espero os haya resultado útil. Cualquier duda preguntad.

Tiempo de elaboración: alto.

Dificultad: media.

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