Hacía tiempo que no me pasaba por aqui, pero por cosas laborales (gracias a todos los santos) no he podido dedicarle tanto tiempo. También sé que muchas de las recetas que he publicado hasta el momento son de bizcochos y derivados pero, para ser sinceros, es lo que mejor se come en casa (mojadito en la leche fresquita está tan bueno…) asi que, si me disculpáis, esta vez os subo una receta que ya publiqué pero esta vez, bastante mejorada!
A partir de ahora, prometo solemnemente subir recetas más frescas y veraniegas, aunque no prometo que sean light como alguna de vosotros me proponéis… de todas formas existe un truco para que las cosas no «engorden», pero no lo tenéis que decir muy alto, la cuestión es no comérselo todo de uno, sino repartir entre la familia y lo que te guardes para ti, pues a disfrutarlo bien feliz, la felicidad seguro que es un buen aliado!
Ingredientes
2 yogures naturales o de limón
Con la medida del yogur, 1 cazo y otro por la mitad de aceite de girasol (1 vaso y media, vamos)
4 medidas de harina especial bizcocho, así sube más!
4 medidas de azúcar blanco
Pasos para su elaboración
1. Es tan sencillo como verter todos los ingredientes en un bol grande y con la ayuda de unas varillas eléctricas, mezclarlo todo bien, a una velocidad media, siguiendo siempre la misma dirección circular. No empezar a mover las varillas por toda la crema de manera aleatoria porque se puede «cortar» y habrá que tirarla.
2. Una vez este todo bien mezclado, engrasamos un molde apto para horno, o le ponemos papel especial para horneado, y con el horno precalentado a 200ºC durante 30-40 minutos.
3. Aunque sé que olerá estupendamente bien, debemos dejarla enfriar antes de comer… nos puede sentar mal muy mal!
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