Este es un postre muy sencillo, si tenéis niños en casa podéis animarlos a hacerlo y así, de camino, se van aficionando a la cocina. La idea surgió un día que necesitaba poner un final dulce a una comida con invitados y no había preparado nada. Así que rebusqué en la alacena y el frigorífico y, con lo que encontré, hice este vasito que gustó mucho a todos. Es pequeño, pues solo se trataba de ofrecer un bocado dulce como colofón a una comida ya bastante cargada. Cumplió su objetivo.
Pero se puede hacer con más capas, hasta llenar el vaso, a gusto del que lo vaya a tomar.
Qué necesitamos:
- Copos de cereales no dulces
- Una tarrina de queso Mascarpone
- Azúcar moreno
- Frutos secos
Cómo se hace:
En un vasito colocamos en el fondo cereales, mejor que no sean dulces para que no resulte empalagoso.
Encima ponemos queso Mascarpone y espolvoreamos azúcar moreno.
Terminamos adornando con algunas frutos secos, como nueces por ejemplo, o frutas secas y dulces, como higos, fresas, guindas…Lo que tengamos en casa.
Listo, un postre fácil, rápido de hacer y que nos deja con un dulce sabor al final de la comida pero sin empalagar.
Pingback: Fresas rellenas de queso Mascarpone | La fritada