Hablando de solomillo, aprovecho para dar a conocer este juego que, sobre las partes del cerdo, ha elaborado el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
El solomillo del cerdo es una de las piezas de carne más apreciadas para la cocina, es una carne magra que apenas tiene grasa, muy apreciada por su sabor y textura. Está alojado encima de los riñones y debajo del lomo.
El solomillo se divide en varias partes: cabeza, rosario, centro y punta, cada una usada para elaborar diferentes recetas.
Qué necesitamos:
- Una punta de solomillo de cerdo
- Una cebolla
- Cuatro dientes de ajo
- Un vaso grande de vino oloroso
- Sal
- Aceite de oliva
- Pimienta en grano
He usado el Oloroso Tío Alejandro que compré en la visita a las Bodegas Sanatorio, de Chiclana de la Frontera.
Cómo lo hacemos:
Cortamos en trozos la cebolla y el ajo. Echamos en una olla aceite de oliva y refreímos estos dos ingredientes hasta que estén bastante oscuritos.
Pasamos al solomillo por ambas caras y echamos encima sal gorda, unos gramos de pimienta y el vino. Añadimos agua hasta cubrirlo. Lo ponemos al fuego fuerte hasta que la carne esté tierna, que con olla rápida será unos 15 minutos.
Sacamos la carne y pasamos la salsa por un pasapuré sin que quede demasiado pasada. Cortamos el solomillo en medallones o rodajas y las hervimos unos minutos en esta salsa. Listo, buenísimo.
Se puede acompañar con puré de patatas, patatas al horno…al gusto de cada uno.
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