Hace tiempo leí en algún sitio que las salsas son los cimientos de la gastronomía, y es cierto. Las salsas pueden dar a un alimento sencillo un aspecto de mayor categoría, pueden transformar un plato, proporcionan variedad al mismo alimento…
Para su elaboración se combinan varios ingredientes,a veces en cantidades pequeñas pero que le dan un toque peculiar. Una salsa, con su sabor y aroma, puede hacer que un plato nos guste o, por el contrario, no nos apetezca tomarlo al margen del producto principal que lo acompañe.
Por eso he pensado en poner aquí algunas salsas muy fáciles de hacer, algunas muy conocidas, que pueden ayudar a completar un solomillo, una ensalada o un pescado.
Podríamos decir que hay dos tipos de salsas, las que se elaboran sin calor, como la mayonesa, la vinagreta, o las que necesitan cocción, como la bechamel o la bordelesa.
Vamos a empezar por las primeras, y pico a poco iremos revisando las demás.
SALSA MAYONESA
Se trata de una emulsión de huevo con aceite, a la que se le puede añadir ajo dando lugar a la salsa Alioli, o zumo de limón en vez de vinagre, o mostaza…
Qué necesitamos:
- Un huevo
- Un vaso de aceite de girasol
- Sal gorda, un pellizco
- Un chorro de vinagre
Cómo se hace:
En el vaso de la batidora de mano echamos en este orden el huevo, la sal, el vinagre y el aceite, mejor de girasol que de oliva, pues éste le da un sabor más fuerte. De todas formas este punto es a gusto del consumidor.
Esto que digo a continuación es muy importante para que no se corte: Ponemos la batidora de mano sobre el huevo, que caiga sobre él, y empezamos a batir sin moverla, hasta que veamos que va tomando cuerpo. Entonces empezamos a subir y bajar la batidora, hasta que todo quede cremoso, como una buena mayonesa espesa.
Con la salsa Mayonesa se pueden hacer otras, teniéndola como salsa base.
–Alioli: Añadiendo ajo triturado.
–Mayonesa verde: Añadiendo perejil.
–Chantilly: Añadiendo nata montada
–Salsa rosa: Añadiendo ketchup, una pizca de pimienta molida y un chorrito de brandy
SALSA ROQUEFORT
Hay varias formas de hacer la salsa roquefort, en frío y en caliente.
Salsa Roquefort con almendras:
Qué necesitamos:
- Un triángulo de queso Roquefort
- Un yogur natural enriquecido
- Un puñado de almendras crudas
Mezclamos todo en la batidora hasta que quede una crema homogénea.
Salsa Roquefort caliente:
Qué necesitamos:
- Un triángulo de queso Roquefort
- Un tetrabrik pequeño de nata de cocina
En un cazo ponemos los dos ingredientes y lo mezclamos a fuego lento.
Podemos usarla enseguida o guardarla en un tarro para cuando la necesitemos. En este caso se puede usar también fría.
Un post muy práctico Lola y que viene muy bien !!! y muchas gracias por el consejito de las almendras para la salsa roquefort caliente 🙂
Me alegro que te venga bien, Pilar, mi intención es ir poniendo salsas diversas para acompañar carnes, pescados, verduras…
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