De nuevo una recetita sencilla para no complicarse la vida en la cocina, que con los calores apetece menos meterse entre fogones. Estos rollitos se hacen en un santiamén, con ingredientes que se suelen tener en casa, y están muy ricos.
Qué necesitamos:
- Un kilo de filetes de pechuga de pollo finitos
- Jamón de calidad, una loncha por cada filete de pollo
- Queso curado, un trocito por casa filete de pollo
- Aceite de oliva
Cómo se hacen:
Fileteamos las pechugas o las compramos ya fileteadas, pero tienen que ser finitas, no gruesas. Encima de cada filete colocamos una loncha de jamón y una tirita de queso. No hace falta echarles sal pues el jamón y el queso les da sabor, pero si os gusta más saladitos, echamos un poco de sal a los filetes.
Los envolvemos y cogemos con un palillo, para que no se suelten al freírlos.
Calentamos aceite y los vamos friendo, dándoles la vuelta para que se frían por todos lados. Los sacamos y escurrimos y listos para comer.
Estos rollitos se pueden hacer más pequeños, con medio filete, y servirlos como aperitivos en una reunión de amigos. Un exquisito picoteo.
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