Un plato de patatas fritas es de los más deliciosos que se pueden tomar, bien fritas, tiernas por dentro y crujientes por fuera, en su punto de sal…Las solemos tomar solas como acompañamiento pero también podemos «tunearlas», como estas con queso y perejil que están buenísimas.
Qué necesitamos:
- Tres o cuatro patatas de freir
- Varias lonchas de queso que se fundan con facildad
- Queso rallado
- Perejil fresco picado
- Aceite de oliva virgen
- Sal
Cómo las hacemos:
Pelamos y cortamos las patatas en tiras, las salamos y freímos en aceite de oliva, primero a menor temperatura y la subimos después, para que queden tiernas por dentro y crujientes por fuera.
Las ponemos en una fuente de horno y les echamos por encima trocitos de lonhas de queso, queso rallado y perejil picado.
Las metemos en el horno precalentado a 180º hasta que se derrita el queso. Listas para tomar… están riquísimas.
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