Una amiga me habló de esta manera de hacer los mejillones, como el pulpo, y en cuanto pude compré mejillones en el mercado y me puse manos a la obra. La verdad es que están muy ricos, y es una forma distinta de prepararlos.
Pero antes de pasar a la receta veamos algunas curiosidades sobre el mejillón.
- En 1235 un marinero irlandés que naufragó en Francia descubrió que el mejillón se podía cultivar al plantar unos postes con redes para capturar aves y comprobar que se llenaban de mejillones.
- España es uno de los mayores productores mundiales de mejillón debido a la producción gallega.
- El mejillón filtra una gran cantidad de agua para alimentarse, pudiendo llegar a bombear hasta 8 litros de agua por hora.
- Los mejillones que se comercializan en fresco deben pasar por una depuradora donde están 8 horas filtrando agua esterilizada para eliminar las impurezas. Los mejillones depurados llevan una etiqueta en la que se informa de ello.
- Es un alimento óptimo en dietas de control de peso y se recomienda especialmente a los deportistas, embarazadas y niños.
Qué necesitamos:
- Medio kilo de mejillones
- Dos patatas
- Pimentón dulce
- Aceite de oliva
- Un vasito de vino blanco
- Sal gorda
Cómo se hace:
Cocemos las patatas y, cuando estén tiernas, las pelamos y estrujamos con un tenedor. Las colocamos en una bandeja. En este caso las patatas no van en rodajas sino aplastadas.
Echamos por encima un poco de pimentón y sal gorda.
Abrimos los mejillones, una vez limpios, en una sartén con un poquito de aceite y un chorro de vino blanco. Les quitamos las cáscaras y los colocamos sobre las patatas.
Echamos por encima más pimentón y sal y rociamos todo con aceite de oliva.
Un buen aperitivo o primer plato muy saludable, pues cada 100 gramos de meijllón aportan 10’8g de proteínas y 4,5g en hierro.
Me ha gustado mucho el post. Gracias.
Fácil y original ¿verdad, Charo?. Gracias, un abrazo
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