La granada, ese fruto símbolo de la ciudad del mismo nombre, necesita un clima tropical, subtropical o templado, para crecer de forma adecuada. Sus granos son dulces, de color rojo, translúcidos y refrescantes.Contienen mucha fibra y agua, aportan pocas calorías.
Contiene vitamina A y C, además de potasio, calcio y magnesio y es buena para mejorar los problemas intestinales.
Su temporada es el otoño, así que ahora es cuando la vemos en los mercados, y a la hora de comprarla debemos fijarnos en que la piel esté tersa y dura, sin arrugas. Las podemos conservar sin problemas entre 4 y 5 días fuera del frigorífico, y dentro de este aún dura más.
Pues como he dicho antes, estamos en la temporada de las granadas y un amigo que tiene granados en su campo me ha regalado algunas, así que lo primero que he hecho ha sido una ensalada, y otra parte de ellas las hemos tomado como fruta, sin más, cogiendo los granitos con cuchara, que resulta muy sabrosa.
Qué necesitamos:
- Una granada
- Media lechuga
- Queso fresco o mozarella
- Aceitunas negras
- Sal, aceite de oliva y vinagre
Cómo se hace:
Lo primero que tenemos que hacer es pelar y desgranar la granada, procurando no romper los granos.
En un cuenco echamos los granos de granada, la lechuga y el queso cortados. Aliñamos con sal, vinagre y aceite de oliva y, por último, añadimos las aceitunas.
En realidad podemos hacerla con otros ingredientes que nos apetezca, pero eso sí, que la granada no falte, esta es su época y tenemos que aprovecharla.