Después de mi viaje a Nueva York me reincorporo de nuevo a mi blog y mis recetas, que tanto las he echado de menos estos días. Pronto escribiré sobre lo que se come en la ciudad de los rascacielos, y lo que hemos probado que merezca la pena, que poco es, la verdad. Pero hoy me he inclinado por esta receta de pescado con patatas que nada tiene que ver con el escaso pescado que allí se come, nadando en salsa aceitosa, pesado de digerir y bastante caro.
El bacalao es un pescado del que ya hablé en la receta de bacalao con salsa de pimiento rojo, ya que fresco se puede cocinar de varias maneras y esta salsa le da mucho sabor. En esta ocasión lo he hecho de forma muy sencilla, al horno y acompañado de unas patatas a lo pobre muy sabrosas, que le dan sabor al bacalao fresco que suele ser bastante insípido.
Qué necesitamos:
- Un filete grande de bacalao fresco
- Dos patatas
- Un pimiento
- Media cebolla
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo lo hacemos:
Primero hacemos las patatas que servirán de acompañamiento. Pelamos y cortamos en rodajas las patatas, así como el pimiento y la cebolla en tiras.
En una sartén con aceite pochamos el pimiento y la cebolla, y a continuación las patatas. Echamos sal a gusto. El aceite no debe estar muy caliente, para que no se frían.
Cuando estén tiernas las patatas, que se puedan cortar con la espumadera, se sacan y escurren. Las ponemos en una bandeja de horno y sobre ellas el bacalao con un poco de sal y un chorrito de aceite de oliva por encima.
Lo metemos en el horno a 180º hasta que veamos que el bacalao se pone blanco, que nos indicará que ya está hecho.
Plato rico, fácil de hacer y digestivo, que demuestra que no hace falta añadir salsas pesadas, con nata y grasas adicionales que tanto gustan a los norteamericanos.
Pingback: Huevos cuajados en patatas “a lo pobre” | La fritada